Ayer tenia la intención de publicar lo que más abajo finalmente he escrito, no tuve acceso a internet durante todo el día y ahora los acontecimientos han cambiado.
Papandreu ha decidido convocar un referéndum para preguntarle al pueblo, que lo ha
elegido como gobernante, si acepta el plan de rescate diseñado por la Unión Europea. A
pesar de nocturnismo que suele envolver este tipo de operaciones, la cosa viene a ser
algo así. A Grecia se le perdona parte de la deuda, se dice que el 50%, a cambio eso sí,
de que el gobierno griego adopte las medidas político-económicas que se le sugieren.
La decisión del Primer Ministro griego lo convierte, a ojos de la opinión pública
internacional, en el gran irresponsable. Que debe afrontar su responsabilidad y no
descargar esta sobre su pueblo, que la decisión es urgente y no debe ser aplazada ni un
solo día. Dicen sus críticos.
Nadie menciona la Soberanía Nacional y que adoptar medidas económicas diseñadas
y “sugeridas” por entes internacionales, que por supuesto no han sido elegidos por la
ciudadanía griega y que condicionan el futuro político del país durante las próximas
décadas, tiene muy poco de demócrata y una perdida casi total de la Soberanía
Nacional.
Por otro lado Papandreu lejos de encumbrarse como el baladí de la democracia
participativa se defiende ante sus “colegas” extranjeros argumentando que no le queda
otra opción. Que Grecia vive en un estado de Huelga General constate, que la presión de
su pueblo le ha obligado a tomar esta decisión. ¿Quiénes son los demócratas en toda
esta historia? Ya saben quien se va a llevar el gato al agua. La presión de 20 líderes internacionales pesa más que la del pueblo sobre el que recae la Soberanía Nacional