Como ya sabrán el Partido Popular está atravesando unos días duros. Desde que hace unas semanas un periódico español publicó la existencia de unas cuentas secretas del ex tesorero del PP, con la monstruosa cifra de 22 millones de euros, el partido conservador esta viviendo la mayor crisis de su historia. Días después, los enanos empezaron a crecerle a Mariano Rajoy, tras la publicación, por el otro gran periódico español, de unas anotaciones al parecer del puño y letra del propio Bárcenas (el tesorero millonario). En ellas se reflejan cantidades de dinero que periódicamente recibían algunos líderes políticos del Partido Popular. Los enanos ya no solo habían crecido, sino que además cobraban lo suyo. Obviamente lo escandaloso de todo esto es que hay razones para pensar que dicho dinero no fue declarado a hacienda, de modo que se trata de dinero negro.
En las últimas horas se ha iniciado una caza de brujas, y no de enanos, en la búsqueda de aquellos nombres propios que han participado de la fiesta del reparto. Ya son unos cuantos políticos conservadores que han comparecido publicamente afirmando “a mí que me registren”.
Que políticos de un país democrático reciban dinero que no le corresponde es muy grave. Pero me preocupa mucho más saber de donde sale ese dinero, cuestión de la que por el momento apenas se habla.
Es probable, no lo se, que Luis Bárcenas sea un poco ladrón y un poco ahorrador, pero dudo que pudiese ahorrar 22 millones de euros, el solo. Es grave que un ciudadano español tenga una riqueza en cuentas extranjeras y sin declarar. Es mucho más grave sí ese ciudadano es el extesorero de un partido político. Pero sí ese dinero formara parte de una “financiación trasera” del PP la cuestión se convierte en un escándalo social.
El caso de la libreta de Bárcenas y los sobres acaba de comenzar. Y opino que a medida que pasen los días deberíamos analizar las novedades teniendo presente a la casi olvidada trama Gurtel. Más allá de que Francisco Camps, expresidente de la comunidad Valenciana, se pagara o no sus trajes. Lo inquietante de la trama Gurtel es que podría demostrar la existencia de una financiación ilegal en la Partido Popular. Y las nuevas informaciones podrían dar más pruebas de dicha financiación. Ya que Bárcenas figura entre los imputados del aletargado caso Gurtel.
Cada vez parece más claro que distintas empresas privadas colaboran en llenar las arcas del partido conservador español. Y si dicha colaboración, como sospecho, no esta motivada por sentimientos filántropos, deberíamos preguntarnos por qué participa en en dicha financiación. ¿Qué gana el sector privado en aportar dinero al Partido Popular?.
Esto es solo una opinión fruto más de intuiciones que de pruebas corroborables, pero creo que sí el Partido Popular esta financiado ilegalmente por empresas destacadas es por que es el partido de las clases poderosas de este país. Y lo saben. La gente con poder económico no comprende ni acepta, que esta superioridad no pueda ser utilizada para financiar al partido que mejor representa y defiende sus intereses. Y si no pueden hacerlo legalmente pues no dudan en participar en estructuras económicas ilegales. En un juego de “quid pro quo” en el que las empresas donantes, a cambio de recibir un trato de favor por parte de la administración, ponen su granito de arena para mantener el actual sistema económico y social.
Hay razones de sobra para pedir la dimisión de Mariano Rajoy. Además de la incompetencia sobrevenida para mejorar la situación económica del país y la ineficacia de la reforma laboral, ahora estalla uno de los escándalos de corrupción más críticos del los últimos treinta años. Ya que parece que detrás de unos sobresueldos, ilegales e inmerecidos, crecen las sospechas de una corrupción de tipo sistémico.