Hace años que no me gusta el sistema económico-social imperante en el planeta. Sentía algo así como desagrado por las leyes y normas que gobiernan el mundo y una especie de sospecha de que esto no podía acabar bien, al menos para la mayoría. Ahora estoy convencido, el sistema ya no funciona. La realidad así parece demostrarlo. El caso es que empiezo a creer que hace ya muchos años que esto carece de sentido. Empiezo a pensar que la omnipresente crisis lleva tiempo viviendo con nosotros, quien sabe, quizá desde los años treinta del pasado siglo.
Me parece que es en Júpiter, o en una de sus lunas, no sé. Donde se descubrió un gigantesco tornado que recorre incansablemente el planeta, según los científicos, desde “el comienzo de los tiempos”. ¿Y sí eso es lo que pasa con nuestra inseparable crisis? ¿Sí está desde hace ya muchos años, quizá no desde el comienzo de los tiempos –al menos ni Eva ni Adan dejaron testimonio escrito sobre el tema-, que nos acompaña? Quizá la famosa crisis, imite al tornado jupiteriano y vaya de aquí para allá, primero instalándose en unos países, luego en otros, azotando este o aquel continente. Afectando primero a unos sectores económicos, luego a estas u otras clases sociales. Viajando a placer de aquí para allá.
Ahora el tornado lleva instalado cuatro años en el popularmente conocido como “occidente” golpeando con especial violencia algunos países europeos, entre los cuales se cuenta el nuestro. España vive una temporada tormentosa, económicamente hablando. Los que están denuncian la nefasta herencia de los que estuvieron. Los que ya no están no se cansan de repetir que las medidas económicas que está adoptando el gobierno no sirven para mejorar la situación económica… Mientras tanto “los mercados” ponen al país en una situación crítica y nadie parece saber porque pasa esto y que hay que hacer para resolverlo. Y yo me pregunto sí los responsables políticos no piensan que esto se esta acabando y deberíamos comenzar de nuevo haciendo las cosas de otro modo, quizá mejor.